La casa del callejón

¿Qué hay más terrorífico que una casa  que se encuentra cerca de un estrecho callejón?

¿Qué sucede en esa casa? A primera vista es un edificio antiguo, con solera, y textura de historias de amor cerca de la chimenea. Tazas de té humeante, pastas de canela y chocolate acompañan esa idílica escena.

David Mitchell, sin embargo, nos adentra en otro tipo de historias, llenas de promesas incumplidas, deseos insatisfechos y desapariciones insospechadas.

5 capítulos, que nos muestran 5 fechas distintas. 222 lúgubres páginas que, nos muestran a otros tantos personajes que se adentran en una casa que guarda un secreto extraño y de difícil comprensión para la razón humana.

Con una escritura llena de tonalidades, grises, oscuras, ocres, otoñales, provista de diálogos que nos muestran dolor; narración, en ocasiones, intimista, en otras ocasiones, descriptiva, siempre dirigida hacia un contexto de pérdida y de escasez de sentimientos amorosos.

Con este andamiaje se muestran personajes que han sufrido y quieren abandonar esa posición existencial, acercándose a sus deseos encuentran otra realidad, que puede ser no tan agradable.

Es complicado para mí adentrarme más en la explicación del argumento sin mostrar parte esencial de su historia;  en las solapas del libro se habla de Escher, Drácula, Stephen King, como elementos que pueden mostrar un marco de referencia del autor. No soy quién para criticar esas afirmaciones, pero a mí David Mitchell me parece un creador con voz propia.

Obra muy potente que edita de forma excelente Literatura Random House , traducida por Laura Salas Rodriguez, con una portada sugerente a cargo de @klimofoto.

Recomendable leer con un vasito de agua cerca.

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